lunes, 16 de septiembre de 2013

EN SANTA ANA DE LOS CABALLEROS DE ANSERMA  SE GESTO LA GOBERNACION DE ANTIOQUIA

La hoy añosa Santa Ana de los Caballeros, fundada en 1539 por el Mariscal Robledo, a los 23 años de su nacimiento es un rico e influyente enclave minero, donde poderosos señores explotan con sus cuadrillas de negros esclavos las muy ricas minas de oro de la región, donde bravos y aguerridos militares continúan la incesante lucha contra las belicosas tribus, donde frailes y curas doctrineros predican el nuevo Dios a la rebelde indiada, donde capitanes y gobernadores, escribanos y notarios luchan soterradamente por un deslinde territorial entre las lejanas Popayán y Cartagena, Gobernación resultante del deslinde que se hará con alto precio de sangre y fuego, trofeo ganado por el menos pensado de los pretendientes y jurisdicción que con el correr de los siglos se convertirá en la más rica productora de hombres que hoy con orgullo llevan el nombre de “Paisas”.

En 1562, el muy rico encomendero y señor de cuadrilla, Capitán Lucas de Avila, vecino de Anserma, cree ser poseedor del caudal pecuniario suficiente y de méritos ganados en duras batallas  defendiendo las nuevas posesiones españolas al norte de la Gobernación de Popayán y al sur de la Gobernación de Cartagena, para aspirar y solicitar al rey que se cree y se le conceda una nueva Gobernación en tierra fronteriza de las no demarcadas jurisdicciones de las muy lejanas y poco accesibles capitales del Nuevo Reino de Granada, esta petición no es otra que la hoy  Gobernación de Antioquia.

Gobernación que después de 70 años del Descubrimiento y pese al vacío de poder existente en el noroeste del Nuevo Reino aún no se creaba, desoyendo las autorizadas voces que en tal sentido se hacían a la lejana y paquidérmica Corona, ya algunos desde tiempo atrás como el Licenciado Luis de Guevara, Contador de la Real Hacienda en Popayán en una carta dirigida al Rey Carlos V, el 22 de Noviembre de 1547 desde Tunja en donde se encontraba huyendo de Belalcázar, solicita su creación y pide se le conceda a él, también los Oficiales Reales de la provincia de Popayán dirigen una carta al Rey desde Cali el 4 de Marzo de 1551 diciendo: “...Porque es lástima que una provincia tan rica esté tan pobre y tan olvidada y porque pareciendoVuestra Majestad convenir a su real servicio, la desmiembre y dé a quien la levante, que está muy caída, y haga en ella como en cosa propia, ahora en gobernación ahora en tenencia, por el tiempo que Vuestra Majestad fuere servido. Que ciertamente es cosa muy rica, y dándole puerto como lo tiene por el Río del Darién”, así mismo, muy anticipadamente, el Mariscal Jorge Robledo informó a Su Majestad de la tan necesaria creación advirtiendo la inmensidad y despoblamiento de las tierras comprendidas entre los ríos Cauca y Magdalena y entre el Mar del Norte o de los Caribes y Santiago de Arma.

Para su personal empresa contrata el Capitán de Avila, al andariego y astuto andaluz,  Don Andrés de Valdivia,  antiguo notario o escribano público y del cabildo de la ya extinguida ciudad de Antioquía para que se dirija en persona a los cabildos de la Villa de Santafé de Antioquia, Caramanta, Anserma y Cartago a exponer la idea de creación de la pretendida Gobernación y la recomendación al Rey del nombramiento del rico Capitán Lucas de Avila como su gobernador.

Efectivamente, el 28 de Mayo de 1562, reinando Felipe II sucesor del Emperador Carlos V, Don Andrés reúne y logra del cabildo de Santafé de Antioquia, compuesto por el Alcalde Ordinario, Juanes de Zabala y los Regidores, Capitanes Juan Taborda, Diego de Maqueda y Francisco de Guzmán, que sea enviado a España como  Procurador en su representación y la de otros pueblos, advirtiendo que los gastos que tal desplazamiento causase correrían por cuenta y riesgo del Capitán solicitante, solicitud que es respaldada en su totalidad por el cabildo de la Villa de Caramanta reunido el 3 de Junio siguiente , no así por los cabildos de Anserma reunido el 13 de Junio y el de Cartago que sesionó el 25 del mismo mes de Junio y que solamente solicitan que se pueblen y reedifiquen los pueblos de la Provincia de Antioquia y se abran puertos en la Mar del Norte, trabajos para los que si recomiendan al Capitán Lucas de Avila.

Con los respectivos poderes viaja a Madrid, capital de la metrópoli, el antiguo escribano Andrés de Valdivia y se presenta ante el Consejo de Indias, muy seguramente a principios de 1563, a acreditarlos y dar inicio a su diplomática gestión, la que fue consignada en un petitorio de cinco puntos como veremos a continuación:

“ 1º -Que las dichas ciudades y villas, mis partes, tienen muchas necesidades para su sustentación y recibirán gran beneficio y provecho en que Vuestra Alteza mande reedificar y poblar los pueblos que se han despoblado en las provincias de Antioquia y los que mas se pudieran poblar en dichas provincias y sus comarcas, y se abran y aseguren los caminos y puertos que de la dicha provincia salen y van al Mar del Norte que es allí cercana, para que puedan tener, así los dichos pueblos, mis partes, como las de que se poblaren, seguro camino y salida a la dicha Mar del Norte para sus contrataciones, y para meter y tener las mercaderías y otras cosas de que tienen necesidad mucho más baratas de los que las tienen por el Mar del Sur, que es por donde ahora les vienen.”

“2º -Que el Capitán Lucas Dávila vecino de Anserma hombre muy rico puede hacer a sus expensas todo lo anterior”.

“3º -Porque las nuevas tierras son muy ricas en oro y se incrementaría el patrimonio real”.

“4º -Que por haberse constituido en gobernación está yerma y sin fruto y porque de otra manera no se puede hacer todas las cosas que se necesitan”. Da como ejemplo el que ningún gobernador de los de Popayán ha ido a aquellas tierras “por la mucha distancia y aspereza de los caminos y riesgos de los indios de guerra que en ellos hay”.

“5º  -Porqué a Vuestra Alteza pido y suplico en el dicho nombre, sea servido de mandar las dichas provincias de Antioquia y sus comarcas se reedifique bien y se abran y aseguren los dichos puertos y caminos de la Mar del Norte, como se solía tratar, cometiéndolo Vuestra Alteza y dándolo en gobernación al dicho Capitán Lucas Dávila.”...”por ser la tierra tal como dicho tengo, y se evitarán muchos alzamientos y rebeliones de indios naturales, que suceden y han sucedido después de que aquellas provincias se despoblaron”.

Al mismo tiempo que se tramitaba en el Consejo de Indias la petición de Don Andrés de Valdivia llega desde Buga otra solicitud hecha por otro Capitán, yerno del Adelantado Sebastián de Belalcázar, llamado Alonso de Fuenmayor, el que aduce que por sus méritos se le conceda a él la gobernación, lo que motiva que el Consejo decida ordenar a la Real Audiencia del Nuevo Reino de Granada le informase sobre la conveniencia de las solicitudes y las calidades de los  capitanes solicitantes, lo que provoca, en 1565 como reacción de Don Andrés de Valdivia, elevar un nuevo memorial petitorio donde solicita se revoque la decisión tomada por el Consejo.

El petitorio se puede concretar en siete puntos muy específicos y reafirmatorios de lo  que los cabildantes, muy seguramente manipulados por el codicioso Capitán Lucas de Avila, quien no debió ahorrar erogaciones pecuniarias, encargaron en la misión a Don Andrés, veamos:

1º Que hace casi tres años se encuentra en España encargado por los cabildos de Santafé de Antioquia, Caramanta, Anserma y Cartago solicitando la creación de una Gobernación.

2º Que la Real Audiencia tiene su asiento muy lejos de las provincias de Antioquia y que por ello no conoce lo que allí sucede y que es imperativo que se tenga que informar de los cabildos y vecinos de aquella región los que ya se han manifestado en memoriales presentados ante el Rey.

3º Que ya hace tres años los cabildos hicieron las solicitudes y que mientras se le pide a la Real Audiencia que se manifieste y se hacen todas las diligencias necesarias se perdería otro tiempo igual.

4º Que el Capitán Lucas de Avila es un hombre muy rico, prudente y con experiencia.

5º Que el Capitán Fuenmayor es muy bueno, pero que es muy pobre y no tendría con que llevar a cabo tal empresa.

6º Que sí de todas maneras a pesar de las informaciones que ha presentado quiere el Consejo informarse mejor, en la propia corte están el Doctor Juan Maldonado y el Licenciado Tomás López, Oidores que fueron de la Real Audiencia de Santafé de Bogotá que en su tiempo “proveyeron que el Capitán Gómez Hernández, vecino de Anserma, fuese a reedificar la dicha ciudad de Antioquia y a pacificar los naturales que hacían muchos daños y lo hacen”....”y así fue y gastó más de 30.000 castellanos” y que finalmente por distintas circunstancias fracasó.

7º Que el Emperador quiso siempre crear la gobernación de Antioquia y comisionó al Licenciado Miguel Díaz de Armendáriz, para que se informase y que si lo tenía a bien nombrase oficiales reales lo cual hizo. Cuenta además lo de la muerte del Mariscal Robledo y el despoblamiento de la provincia y termina diciendo que por lo anterior consta que lo que se pide no es cosa nueva sino algo necesario y conocido por larga experiencia.

Sin embargo, cuatro años más tarde, el 24 de Agosto de 1569, desoyendo las peticiones de los Capitanes de Avila y Fuenmayor, Felipe II decide crear la gobernación de Entre los dos Ríos y dársela a Don Andrés de Valdivia, con títulos en donde se incluyen las provincias de Antioquia, Ituango, Nive y Brerunto y tierras de Entre los Dos Ríos, Cauca y Magdalena y provincia de Urabá hasta el Mar del Norte, merced lograda al parecer por los buenos oficios de algunos cortesanos que en esos seis largos  años de espera  cultivó el Procurador Don Andrés de Valdivia.

Había nacido Andrés de Valdivia en Ubeda, provincia de Andalucía, del matrimonio de Rodrigo de Valdivia e Inés Salido y bautizado en la Iglesia Mayor Parroquial de Santamaría de los Alcázares el 13 de enero de 1517, se ignora la fecha de su paso a América, pero dice el Padre Simón que “fue soldado bien experimentado en las provincias de Popayán y que se había hallado en la población (fundación), de Antioquia e Ibagué y hecho otros servicios al Rey en otras conquistas de consideración”. No fue de los fundadores de Antioquia en 1541 pero si figura como su escribano público en 1544, a la llegada del Mariscal Robledo a Antioquia en 1546 siendo escribano debió registrar la presentación de sus credenciales, salió con la hueste del Mariscal y asentó el acta de fundación de la Villa de Santafé de Antioquia, sigue como escribano de Robledo y es testigo de su prisión y muerte.

El 14 de Octubre de 1546 aparece en Arma corriendo la escritura de una Cédula de Encomienda que le otorga Sebastián de Belalcázar al Capitán Lope de Márquez vecino de la ciudad de Antioquia y refrendada por Jerónimo de Torres secretario del Adelantado.

Muy seguramente a finales de 1549 debió recibir el Teniente Gaspar de Rodas las órdenes dadas por su jefe Sebastián de Belalcázar  para trasladar la ciudad de Antioquía a la Villa de Santafé, que como se sabe, muy probablemente recibió el rechazo de muchos vecinos, entre ellos Valdivia, que vería que con tan pocos pobladores y el constante ataque de los indios su puesto y su preeminencia como escribano se volvía poco importante y peligroso, decidiendo trasladarse a Santafé de Bogotá  donde se alista con el Capitán Andrés López de Galarza quien había recibido licencia de la Real Audiencia para pasar a la conquista de los indios Panches y a la fundación de Ibagué, parece que de allí se trasladó y residenció Don Andrés de Valdivia en Anserma, lugar donde aparece en 1560 apoderando al Capitán Gómez Hernández, vecino y encomendero de Anserma, para que se presente ante el cabildo de la Villa de Santafé de Antioquia a tramitar una probanza sobre los servicios prestados por este en la campaña de reconstrucción de la ciudad de Antioquia y la pacificación de los indios vecinos en 1555.

De 1560 a 1562, muy seguramente, Don Andrés realiza toda suerte de trabajos y trámites jurídicos ante los diferentes estamentos de la burocracia española, especialmente los relacionados con su experiencia como escribano y notario hasta aparecer como apoderado del Capitán Lucas de Avila para adelantar la gestión por el encomendada en una negociación que no pasa desapercibida para los cronistas de la época.

Fray Pedro Simón nos dice: “ El cual (Valdivia) como hombre astuto y que al punto imaginó lo que había de hacer, facilitó sus intentos al Lucas de Avila, prometiéndole que pasaría en España y dentro de breves días le traería del Consejo lo que deseaba, si la ayuda de costa que le diese fuese la suficiente para el viaje. A que acudió el Lucas de Avila (picado del deseo con que vivía del gobierno y seguro de la palabra que le dio el Valdivia) con mano larga y sobradas expensas, que las gastó en negociar para sí (que no debiera) el gobierno que el Avila pretendía”, con estas afirmaciones demuestra el cronista un viejo conocimiento de las condiciones y capacidades de Don Andrés, parece que le conocía  a fondo desde sus antiguas andanzas con el Mariscal Robledo, recuérdese que el uno era su cronista oficial y el otro su paisano y además su escribano, aunque por poco tiempo.

A principios de 1563 y al poco tiempo de llegar a España contrae matrimonio Don Andrés en Ciudad Real con Doña Juana de Loaiza, hija del segundo matrimonio del Oidor de Méjico y natural de Ubeda Don Diego de Loaiza y Cabredo y Doña Juana de Herrera y Valdivia, parienta cercana de Don Andrés, de su matrimonio nacieron en forma rápida y sucesiva los siguientes cuatro hijos: Luis de Valdivia, María de Herrera, Elena de Paz y Luisa de Valdivia, con los que viaja desde San Lucar de Barrameda el 30 de Octubre de 1570 a bordo de la Nao San Juan comandada por el Maestre Gaspar Montero, llegando a Cartagena de Indias, donde desembarcan, el 25 de Diciembre del mismo año.

El regreso de España lo organizó el nuevo Gobernador Valdivia en forma excluyente y nepótica como queriendo de ahora en adelante rodearse de un cerrado séquito que le garantizase cierta solidez ante los reclamos y reproches que el frustrado Capitán de Avila y sus seguidores le pudiesen hacer por la felonía cometida al violar la confianza en el depositada, no sobra advertir el alto costo que debió demandar la movilización y el avituallamiento de tan crecido número de personas, pues además de su mujer y sus cuatro hijos, viajaron a expensas del nuevo gobernador, su criado Cristóbal Cerón de Ariza, natural de Ubeda,  su cuñada y parienta Doña Jerónima de Loaiza y  su marido el Capitán Pedro Fernández de Erazo, su cuñado Diego de Loaiza y Diego de Bermúdez su yerno,  Don Antonio de Tovar, natural de Toledo, Hidalgo, Tesorero de la Real Hacienda para su gobernación y su criado Francisco García Díaz también natural de Toledo,  Don Rodrigo de Santander, natural de Valladolid, Contador de la Real Hacienda también para su gobernación y sus criados Alonso Galeas de Paz, natural de Fuente del Maestre en Extremadura y  Bartolomé Sánchez Alvarez,  Luisa de Quesada y su hermano Pedro de Quesada, María de Quesada natural de Sevilla, Gaspar del Saz,  Juan de Luna, Lope Ortiz de Pobes,  Pablo Hernández de las Heras y Don Antonio Osorio Nieto de Paz, natural de Ciudad Rodrigo.

El 15 de Enero de 1571 las autoridades de Cartagena acreditan y testimonian, según la usanza de la época, la llegada del nuevo gobernador y su comitiva autorizándoseles su salida hacia el interior del país, la que se efectúa inmediatamente con dirección a la ciudad de Remedios, donde deposita sus hijos y a Doña Jerónima su mujer, continuando su viaje como lo señala su acompañante Rodrigo de Santander “con grandes trabajos y peligros de la vida y excesivos gastos de la persona y de navíos y canoas en que gastó en todo más de mil pesos de su propia hacienda”, llegando a Santafé de Antioquia entre Febrero y Marzo del mismo año, allí se hace reconocer no muy difícilmente como su Gobernador, violando así las capitulaciones hechas en España que expresamente le prohibían el ejercicio de su cargo en jurisdicción de pueblos de españoles que ya estuvieren poblados, este rápido reconocimiento se hizo aprovechando las peleas que los grandes señores de la Villa tenían con el Gobernador de Popayán quien había mandado un juez para juzgarlos y castigarlos, lo que motivó un nuevo pleito con Jerónimo de Silva Gobernador de Popayán, quien demandó a Valdivia como usurpador ante la Real Audiencia, la que determinó enviar el expediente al Consejo de Indias en España y mientras tanto se fallara y para prevenir futuros enfrentamientos entre partidarios de una y otra gobernación puso las jurisdicciones de los pueblos en conflicto bajo la incuestionable jurisdicción de la propia Real Audiencia.

Mientras esto sucedía, Valdivia se dirige a la refundada ciudad de Antioquia y la traslada a un sitio más cercano a la Villa de Santafé desde donde organiza una expedición de 70 hombres al mando de Juanes de Zabala  para conquistar el Chocó, pero simultáneamente en San Juan de Ubeda el Capitán Juan de Velasco, que había quedado al mando desde su fundación, incursionaba en la provincia de Peque para castigar a sus indios y explorar las recién descubiertas tierras del Zenú, con tan mala suerte que en los varios encuentros los indios le mataron 32 soldados y más de 80 indios e indias de servicio, además atacaron envalentonados por sus triunfos a San Juan de Ubeda con una fuerza superior de 1500 indios matando gran cantidad de vecinos y a su comandante Juan de Velasco, el que hubo de ser reemplazado por elección, escogiéndose al Capitán Leonel de Ovalle, quien de inmediato ordenó trasladar la ciudad al Valle de Norisco, traslado que se hizo bajo constantes ataques.

Al conocer Valdivia en la Villa de Santafé de Antioquia los difíciles momentos por los que pasaban los vecinos de San Juan sale con 50 hombres en su auxilio y encuentra que ya estos se encontraban en el Valle de Norisco, sitio que ni a él ni a los soldados de Ovalle les pareció seguro, por lo que deciden devolver el pueblo al sitio en que anteriormente se encontraba en el Paramillo, donde deja por Teniente y Justicia Mayor a Don Antonio Osorio de Paz y se devuelve a Santafé de Antioquia, partida que aprovecha Don Antonio para salir a castigar a sangre y fuego a los naturales de la región, dizque buscando de estos el obedecimiento total, lo que aumentó la furia de los ataques y el establecimiento por parte de estos de un cerco de mas de cuatro días a la población donde se destruyeron todos los sembrados de los alrededores, salvándolos providencialmente del hambre y la destrucción la llegada de 10 soldados españoles y una partida de ganado que había enviado el Gobernador Valdivia sin saber de los acontecimientos de guerra y el cerco que los naturales hacían a San Juan de Ubeda.

Durante estos agitados y peligrosos días llega a Santafé de Antioquia, desde la lejanísima España, la decisión del Consejo de Indias en la que se recalca que la Gobernación de Entre los Dos Ríos y Antioquia y su Gobernador Valdivia no tienen jurisdicción sobre San Juan de Rodas y reafirma que esta población pertenece a la Gobernación de Popayán, lo que provoca una muy astuta y rápida incursión de Valdivia y alguna gente hacia San Juan de Rodas antes de que allí se supiese la noticia, llegando a esta población en Diciembre de 1573 con socorros y abastecimientos, lo que provocó inmensa alegría en sus moradores y positivas reacciones ante su propuesta de un nuevo traslado de la población a la otra orilla del río Cauca, antes de que los indios atacasen con mayores fuerzas que reunían, aduciendo el Gobernador que allí había mejores tierras y abundancia de pesca, a lo que se opuso únicamente uno de los Alcaldes llamado Alfonso Díaz

En Enero de 1574 llegan a orillas del Río Cauca  y fabrican un mal puente con rejos y bejucos el que les da paso a la orilla occidental el 2 de Febrero, donde Valdivia les informa que el antiguo asiento de la población pertenecía a la Gobernación de Popayán  y que su Gobernación comprendía las tierras entre el Cauca y el Magdalena, donde se encontraban ahora y que allí pensaba restablecer el poblado, dando libertad al que quisiera irse, lo cual hizo el Capitán Antonio Machado, quien se devolvió para Santafé de Antioquia, continuando la marcha Valdivia con 46 españoles, 20 negros y 200 indios de servicio, llegando al Valle de Guarcama o de San Andrés el 9 de Febrero donde inmediatamente se procedió a refundar nuevamente la población, lo que provocó nuevos y feroces ataques de los indios matando varios soldados, por lo que Valdivia se ve precisado a enviar dos soldados en busca de ayuda a la Villa de Santafé de Antioquia donde se encontraba Pedro Pinto Vellorino encargado de allegar hombres y provisiones para las  futuras conquistas del Gobernador.

Vellorino parte en ayuda de su jefe con 36 soldados y algunas reses, cerdos y caballos llegando en poco tiempo a la ciudad, allí a mediados de Junio reunidos en Consejo deciden abandonar el sitio e irse a fundar una nueva ciudad en un punto que les ofreciera mejores condiciones de defensa, es por ello que el 24 de Junio de 1574, día de San Juan,  fundan en la Loma de Noava, donde termina el valle, a la nueva San Juan de Ubeda, nacida en medio de los combates y fuertes ataques de los indios en una feroz guerra que asoló a las dos partes durante cinco o seis meses, o sea hasta finales de 1574, cuando se logra concertar la paz, pese a los desafueros y desatinos cometidos por el Gobernador Valdivia quien había enloquecido a causa de las noticias que le llegaban de Victoria y Remedios donde se le informaba de la infidelidad de su esposa, que había quedado allí mientras se afianzaba la Gobernación de su esposo, los desatinos y locuras de Valdivia provocaron la deserción de muchos de sus seguidores quienes huyeron hacia Santafé de Antioquia dando pie a que el Gobernador despoblase la recién fundada ciudad, internándose con sus habitantes y algunos compañeros que le quedaban, por entre los montes hasta llegar al sitio de las Pesquerías donde la refundó.

En este sitió continuaron las locuras de Valdivia hasta desesperar en grado extremo a sus seguidores, haciendo que tres de los pocos soldados que ya le quedaban huyesen hacia Santafé de Bogotá con el ánimo de acusarlo ante la Real Audiencia, donde llegan después de increíbles peripecias y aventuras. La Real Audiencia nombra entonces al noble portugués, Capitán Antonio Gómez de Acosta como Juez y para que reemplazara en la Gobernación a Valdivia, ordenándole a este que se presentara en Bogotá a responder por los varios y graves cargos de que se le acusaba.

Valdivia avisado a tiempo de la inminente llegada del Juez y Capitán Gómez de Acosta sale a esperarlo al Valle de San Andrés con gran boato, ceremonia y finas atenciones, logrando que le nombre a él como su Teniente General para la Gobernación y lo envíe con amplios y plenos poderes acompañado de soldados y pertrechos  a la nueva ciudad de Ubeda en las Pesquerías, medida imprudente que causará la ruina y destrucción de todos, pues se disminuía la cantidad y capacidad guerrera de las tropas, agravada aún más al dividir nuevamente la tropa al mandar a Francisco Maldonado con 36 hombres al otro lado del Río Cauca, quedándose Valdivia con sus dos cuñados, 13 soldados y 15 negros esclavos en un pequeño fuerte de madera, poco tiempo después le abandonaron seis soldados que huyeron hacia la ciudad de Antioquia dejándolo solo con siete soldados.

En Abril de 1575, viendo los indios la división y debilidad de las fuerzas españolas deciden atacar al mismo tiempo a todas las huestes españolas que se encontraban en el territorio, a las del Capitán Francisco de Maldonado, matando a Maldonado y a ocho de sus soldados, huyendo los demás a la Villa de Santafé de Antioquia, en cuanto a Valdivia y su fuerza, fueron diezmados en su totalidad, cortándoles las cabezas y empalándolas a la entrada de donde estuvo ubicada la ciudad de Ubeda, atacaron también los indios a la recién fundada población de Ubeda, en las Pesquerías, matando al Capitán Gómez de Acosta, huyendo el resto de la gente a la Villa de Santafé de Antioquia.

Es muy importante para la historia y la etnografía del pueblo antioqueño hacer ver que entre mediados de 1575 y Julio de 1576, no quedaron españoles sino en Santafé de Antioquia, desde donde se vuelve a repoblar todo el extenso territorio que hoy ocupa ese Departamento, sin olvidar lo que también hoy es Caldas. De los primeros pobladores de la ciudad de Antioquia no quedaron más de tres o cuatro, por lo que ninguna influencia genética ni cultural tuvieron los otros 80 que llegaron con el Capitán Jorge Robledo a su fundación 34 años antes.   


Algo más de cinco años duró la Gobernación alcanzada por Don Andrés de Valdivia, fueron cinco años de incesantes luchas contra los combativos e indómitos indios, contra los intrigantes y malquerientes conque contó entre los españoles, contra los continuos desatinos que el antiguo escribano hacía, desconocedor del arte de la guerra y desacostumbrado del más difícil arte de liderar gentes de armas, cinco años en los que se evidenciaron las grandes penurias por las que debieron pasar los primeros pobladores blancos en Antioquia, pero también son cinco años donde se evidencian la combatividad y ferocidad conque los indios defendieron su tierras en contra de la invasión blanca, donde se desmitifica la supuesta superioridad combativa del invasor y donde queda claro que las miserias, celos y mezquindades de la vida diaria jugaron primordial papel en el inicio de la convulsionada continuidad histórica de nuestro país, historia que se escribió y aún se sigue escribiendo con sangre.

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