EN SANTA ANA DE LOS CABALLEROS DE ANSERMA SE GESTO LA GOBERNACION DE ANTIOQUIA
La hoy añosa
Santa Ana de los Caballeros, fundada en 1539 por el Mariscal Robledo, a los 23
años de su nacimiento es un rico e influyente enclave minero, donde poderosos
señores explotan con sus cuadrillas de negros esclavos las muy ricas minas de
oro de la región, donde bravos y aguerridos militares continúan la incesante
lucha contra las belicosas tribus, donde frailes y curas doctrineros predican
el nuevo Dios a la rebelde indiada, donde capitanes y gobernadores, escribanos
y notarios luchan soterradamente por un deslinde territorial entre las lejanas
Popayán y Cartagena, Gobernación resultante del deslinde que se hará con alto
precio de sangre y fuego, trofeo ganado por el menos pensado de los
pretendientes y jurisdicción que con el correr de los siglos se convertirá en
la más rica productora de hombres que hoy con orgullo llevan el nombre de
“Paisas”.
En 1562, el muy
rico encomendero y señor de cuadrilla, Capitán Lucas de Avila, vecino de
Anserma, cree ser poseedor del caudal pecuniario suficiente y de méritos
ganados en duras batallas defendiendo
las nuevas posesiones españolas al norte de la Gobernación de Popayán y al sur
de la Gobernación de Cartagena, para aspirar y solicitar al rey que se cree y
se le conceda una nueva Gobernación en tierra fronteriza de las no demarcadas
jurisdicciones de las muy lejanas y poco accesibles capitales del Nuevo Reino
de Granada, esta petición no es otra que la hoy
Gobernación de Antioquia.
Gobernación que
después de 70 años del Descubrimiento y pese al vacío de poder existente en el
noroeste del Nuevo Reino aún no se creaba, desoyendo las autorizadas voces que
en tal sentido se hacían a la lejana y paquidérmica Corona, ya algunos desde
tiempo atrás como el Licenciado Luis de Guevara, Contador de la Real Hacienda
en Popayán en una carta dirigida al Rey Carlos V, el 22 de Noviembre de 1547
desde Tunja en donde se encontraba huyendo de Belalcázar, solicita su creación
y pide se le conceda a él, también los Oficiales Reales de la provincia de
Popayán dirigen una carta al Rey desde Cali el 4 de Marzo de 1551 diciendo: “...Porque
es lástima que una provincia tan rica esté tan pobre y tan olvidada y porque
pareciendoVuestra Majestad convenir a su real servicio, la desmiembre y dé a
quien la levante, que está muy caída, y haga en ella como en cosa propia, ahora
en gobernación ahora en tenencia, por el tiempo que Vuestra Majestad fuere
servido. Que ciertamente es cosa muy rica, y dándole puerto como lo tiene por
el Río del Darién”, así mismo, muy anticipadamente, el Mariscal Jorge
Robledo informó a Su Majestad de la tan necesaria creación advirtiendo la
inmensidad y despoblamiento de las tierras comprendidas entre los ríos Cauca y
Magdalena y entre el Mar del Norte o de los Caribes y Santiago de Arma.
Para su personal
empresa contrata el Capitán de Avila, al andariego y astuto andaluz, Don Andrés de Valdivia, antiguo notario o escribano público y del
cabildo de la ya extinguida ciudad de Antioquía para que se dirija en persona a
los cabildos de la Villa de Santafé de Antioquia, Caramanta, Anserma y Cartago
a exponer la idea de creación de la pretendida Gobernación y la recomendación
al Rey del nombramiento del rico Capitán Lucas de Avila como su gobernador.
Efectivamente, el
28 de Mayo de 1562, reinando Felipe II sucesor del Emperador Carlos V, Don
Andrés reúne y logra del cabildo de Santafé de Antioquia, compuesto por el
Alcalde Ordinario, Juanes de Zabala y los Regidores, Capitanes Juan Taborda,
Diego de Maqueda y Francisco de Guzmán, que sea enviado a España como Procurador en su representación y la de otros
pueblos, advirtiendo que los gastos que tal desplazamiento causase correrían por
cuenta y riesgo del Capitán solicitante, solicitud que es respaldada en su
totalidad por el cabildo de la Villa de Caramanta reunido el 3 de Junio
siguiente , no así por los cabildos de Anserma reunido el 13 de Junio y el de
Cartago que sesionó el 25 del mismo mes de Junio y que solamente solicitan que
se pueblen y reedifiquen los pueblos de la Provincia de Antioquia y se abran
puertos en la Mar del Norte, trabajos para los que si recomiendan al Capitán
Lucas de Avila.
Con los
respectivos poderes viaja a Madrid, capital de la metrópoli, el antiguo
escribano Andrés de Valdivia y se presenta ante el Consejo de Indias, muy
seguramente a principios de 1563, a acreditarlos y dar inicio a su diplomática
gestión, la que fue consignada en un petitorio de cinco puntos como veremos a
continuación:
“ 1º -Que las
dichas ciudades y villas, mis partes, tienen muchas necesidades para su
sustentación y recibirán gran beneficio y provecho en que Vuestra Alteza mande
reedificar y poblar los pueblos que se han despoblado en las provincias de
Antioquia y los que mas se pudieran poblar en dichas provincias y sus comarcas,
y se abran y aseguren los caminos y puertos que de la dicha provincia salen y
van al Mar del Norte que es allí cercana, para que puedan tener, así los dichos
pueblos, mis partes, como las de que se poblaren, seguro camino y salida a la
dicha Mar del Norte para sus contrataciones, y para meter y tener las
mercaderías y otras cosas de que tienen necesidad mucho más baratas de los que
las tienen por el Mar del Sur, que es por donde ahora les vienen.”
“2º -Que el
Capitán Lucas Dávila vecino de Anserma hombre muy rico puede hacer a sus
expensas todo lo anterior”.
“3º -Porque las
nuevas tierras son muy ricas en oro y se incrementaría el patrimonio real”.
“4º -Que por
haberse constituido en gobernación está yerma y sin fruto y porque de otra
manera no se puede hacer todas las cosas que se necesitan”. Da como ejemplo el
que ningún gobernador de los de Popayán ha ido a aquellas tierras “por la mucha
distancia y aspereza de los caminos y riesgos de los indios de guerra que en
ellos hay”.
“5º -Porqué a Vuestra Alteza pido y suplico en el
dicho nombre, sea servido de mandar las dichas provincias de Antioquia y sus
comarcas se reedifique bien y se abran y aseguren los dichos puertos y caminos
de la Mar del Norte, como se solía tratar, cometiéndolo Vuestra Alteza y
dándolo en gobernación al dicho Capitán Lucas Dávila.”...”por ser la tierra tal
como dicho tengo, y se evitarán muchos alzamientos y rebeliones de indios
naturales, que suceden y han sucedido después de que aquellas provincias se
despoblaron”.
Al mismo tiempo
que se tramitaba en el Consejo de Indias la petición de Don Andrés de Valdivia
llega desde Buga otra solicitud hecha por otro Capitán, yerno del Adelantado
Sebastián de Belalcázar, llamado Alonso de Fuenmayor, el que aduce que por sus
méritos se le conceda a él la gobernación, lo que motiva que el Consejo decida
ordenar a la Real Audiencia del Nuevo Reino de Granada le informase sobre la
conveniencia de las solicitudes y las calidades de los capitanes solicitantes, lo que provoca, en
1565 como reacción de Don Andrés de Valdivia, elevar un nuevo memorial
petitorio donde solicita se revoque la decisión tomada por el Consejo.
El petitorio se
puede concretar en siete puntos muy específicos y reafirmatorios de lo que los cabildantes, muy seguramente
manipulados por el codicioso Capitán Lucas de Avila, quien no debió ahorrar
erogaciones pecuniarias, encargaron en la misión a Don Andrés, veamos:
1º Que hace casi
tres años se encuentra en España encargado por los cabildos de Santafé de
Antioquia, Caramanta, Anserma y Cartago solicitando la creación de una
Gobernación.
2º Que la Real
Audiencia tiene su asiento muy lejos de las provincias de Antioquia y que por
ello no conoce lo que allí sucede y que es imperativo que se tenga que informar
de los cabildos y vecinos de aquella región los que ya se han manifestado en
memoriales presentados ante el Rey.
3º Que ya hace
tres años los cabildos hicieron las solicitudes y que mientras se le pide a la
Real Audiencia que se manifieste y se hacen todas las diligencias necesarias se
perdería otro tiempo igual.
4º Que el Capitán
Lucas de Avila es un hombre muy rico, prudente y con experiencia.
5º Que el Capitán
Fuenmayor es muy bueno, pero que es muy pobre y no tendría con que llevar a
cabo tal empresa.
6º Que sí de
todas maneras a pesar de las informaciones que ha presentado quiere el Consejo
informarse mejor, en la propia corte están el Doctor Juan Maldonado y el
Licenciado Tomás López, Oidores que fueron de la Real Audiencia de Santafé de
Bogotá que en su tiempo “proveyeron que el Capitán Gómez Hernández,
vecino de Anserma, fuese a reedificar la dicha ciudad de Antioquia y a
pacificar los naturales que hacían muchos daños y lo hacen”....”y así fue y
gastó más de 30.000 castellanos” y que finalmente por distintas
circunstancias fracasó.
7º Que el
Emperador quiso siempre crear la gobernación de Antioquia y comisionó al
Licenciado Miguel Díaz de Armendáriz, para que se informase y que si lo tenía a
bien nombrase oficiales reales lo cual hizo. Cuenta además lo de la muerte del
Mariscal Robledo y el despoblamiento de la provincia y termina diciendo que por
lo anterior consta que lo que se pide no es cosa nueva sino algo necesario y
conocido por larga experiencia.
Sin embargo,
cuatro años más tarde, el 24 de Agosto de 1569, desoyendo las peticiones de los
Capitanes de Avila y Fuenmayor, Felipe II decide crear la gobernación de Entre
los dos Ríos y dársela a Don Andrés de Valdivia, con títulos en donde se
incluyen las provincias de Antioquia, Ituango, Nive y Brerunto y tierras de
Entre los Dos Ríos, Cauca y Magdalena y provincia de Urabá hasta el Mar del
Norte, merced lograda al parecer por los buenos oficios de algunos cortesanos
que en esos seis largos años de espera cultivó el Procurador Don Andrés de Valdivia.
Había nacido
Andrés de Valdivia en Ubeda, provincia de Andalucía, del matrimonio de Rodrigo
de Valdivia e Inés Salido y bautizado en la Iglesia Mayor Parroquial de
Santamaría de los Alcázares el 13 de enero de 1517, se ignora la fecha de su
paso a América, pero dice el Padre Simón que “fue soldado bien experimentado en
las provincias de Popayán y que se había hallado en la población (fundación),
de Antioquia e Ibagué y hecho otros servicios al Rey en otras conquistas de
consideración”. No fue de los fundadores de Antioquia en 1541 pero si
figura como su escribano público en 1544, a la llegada del Mariscal Robledo a
Antioquia en 1546 siendo escribano debió registrar la presentación de sus
credenciales, salió con la hueste del Mariscal y asentó el acta de fundación de
la Villa de Santafé de Antioquia, sigue como escribano de Robledo y es testigo
de su prisión y muerte.
El 14 de Octubre
de 1546 aparece en Arma corriendo la escritura de una Cédula de Encomienda que
le otorga Sebastián de Belalcázar al Capitán Lope de Márquez vecino de la
ciudad de Antioquia y refrendada por Jerónimo de Torres secretario del
Adelantado.
Muy seguramente a
finales de 1549 debió recibir el Teniente Gaspar de Rodas las órdenes dadas por
su jefe Sebastián de Belalcázar para
trasladar la ciudad de Antioquía a la Villa de Santafé, que como se sabe, muy
probablemente recibió el rechazo de muchos vecinos, entre ellos Valdivia, que
vería que con tan pocos pobladores y el constante ataque de los indios su
puesto y su preeminencia como escribano se volvía poco importante y peligroso,
decidiendo trasladarse a Santafé de Bogotá
donde se alista con el Capitán Andrés López de Galarza quien había
recibido licencia de la Real Audiencia para pasar a la conquista de los indios
Panches y a la fundación de Ibagué, parece que de allí se trasladó y residenció
Don Andrés de Valdivia en Anserma, lugar donde aparece en 1560 apoderando al
Capitán Gómez Hernández, vecino y encomendero de Anserma, para que se presente
ante el cabildo de la Villa de Santafé de Antioquia a tramitar una probanza
sobre los servicios prestados por este en la campaña de reconstrucción de la
ciudad de Antioquia y la pacificación de los indios vecinos en 1555.
De 1560 a 1562,
muy seguramente, Don Andrés realiza toda suerte de trabajos y trámites
jurídicos ante los diferentes estamentos de la burocracia española,
especialmente los relacionados con su experiencia como escribano y notario
hasta aparecer como apoderado del Capitán Lucas de Avila para adelantar la
gestión por el encomendada en una negociación que no pasa desapercibida para
los cronistas de la época.
Fray Pedro Simón
nos dice: “ El cual (Valdivia) como hombre astuto y que al punto imaginó
lo que había de hacer, facilitó sus intentos al Lucas de Avila, prometiéndole
que pasaría en España y dentro de breves días le traería del Consejo lo que
deseaba, si la ayuda de costa que le diese fuese la suficiente para el viaje. A
que acudió el Lucas de Avila (picado del deseo con que vivía del gobierno y
seguro de la palabra que le dio el Valdivia) con mano larga y sobradas
expensas, que las gastó en negociar para sí (que no debiera) el gobierno que el
Avila pretendía”, con estas afirmaciones demuestra el cronista un viejo
conocimiento de las condiciones y capacidades de Don Andrés, parece que le
conocía a fondo desde sus antiguas
andanzas con el Mariscal Robledo, recuérdese que el uno era su cronista oficial
y el otro su paisano y además su escribano, aunque por poco tiempo.
A principios de
1563 y al poco tiempo de llegar a España contrae matrimonio Don Andrés en
Ciudad Real con Doña Juana de Loaiza, hija del segundo matrimonio del Oidor de
Méjico y natural de Ubeda Don Diego de Loaiza y Cabredo y Doña Juana de Herrera
y Valdivia, parienta cercana de Don Andrés, de su matrimonio nacieron en forma
rápida y sucesiva los siguientes cuatro hijos: Luis de Valdivia, María de
Herrera, Elena de Paz y Luisa de Valdivia, con los que viaja desde San Lucar de
Barrameda el 30 de Octubre de 1570 a bordo de la Nao San Juan comandada por el
Maestre Gaspar Montero, llegando a Cartagena de Indias, donde desembarcan, el
25 de Diciembre del mismo año.
El regreso de
España lo organizó el nuevo Gobernador Valdivia en forma excluyente y nepótica
como queriendo de ahora en adelante rodearse de un cerrado séquito que le
garantizase cierta solidez ante los reclamos y reproches que el frustrado
Capitán de Avila y sus seguidores le pudiesen hacer por la felonía cometida al
violar la confianza en el depositada, no sobra advertir el alto costo que debió
demandar la movilización y el avituallamiento de tan crecido número de
personas, pues además de su mujer y sus cuatro hijos, viajaron a expensas del
nuevo gobernador, su criado Cristóbal Cerón de Ariza, natural de Ubeda, su cuñada y parienta Doña Jerónima de Loaiza
y su marido el Capitán Pedro Fernández
de Erazo, su cuñado Diego de Loaiza y Diego de Bermúdez su yerno, Don Antonio de Tovar, natural de Toledo,
Hidalgo, Tesorero de la Real Hacienda para su gobernación y su criado Francisco
García Díaz también natural de Toledo,
Don Rodrigo de Santander, natural de Valladolid, Contador de la Real
Hacienda también para su gobernación y sus criados Alonso Galeas de Paz,
natural de Fuente del Maestre en Extremadura y
Bartolomé Sánchez Alvarez, Luisa
de Quesada y su hermano Pedro de Quesada, María de Quesada natural de Sevilla,
Gaspar del Saz, Juan de Luna, Lope Ortiz
de Pobes, Pablo Hernández de las Heras y
Don Antonio Osorio Nieto de Paz, natural de Ciudad Rodrigo.
El 15 de Enero de
1571 las autoridades de Cartagena acreditan y testimonian, según la usanza de
la época, la llegada del nuevo gobernador y su comitiva autorizándoseles su
salida hacia el interior del país, la que se efectúa inmediatamente con
dirección a la ciudad de Remedios, donde deposita sus hijos y a Doña Jerónima
su mujer, continuando su viaje como lo señala su acompañante Rodrigo de
Santander “con grandes trabajos y peligros de la vida y excesivos gastos de la
persona y de navíos y canoas en que gastó en todo más de mil pesos de su propia
hacienda”, llegando a Santafé de Antioquia entre Febrero y Marzo del
mismo año, allí se hace reconocer no muy difícilmente como su Gobernador,
violando así las capitulaciones hechas en España que expresamente le prohibían
el ejercicio de su cargo en jurisdicción de pueblos de españoles que ya
estuvieren poblados, este rápido reconocimiento se hizo aprovechando las peleas
que los grandes señores de la Villa tenían con el Gobernador de Popayán quien
había mandado un juez para juzgarlos y castigarlos, lo que motivó un nuevo
pleito con Jerónimo de Silva Gobernador de Popayán, quien demandó a Valdivia
como usurpador ante la Real Audiencia, la que determinó enviar el expediente al
Consejo de Indias en España y mientras tanto se fallara y para prevenir futuros
enfrentamientos entre partidarios de una y otra gobernación puso las
jurisdicciones de los pueblos en conflicto bajo la incuestionable jurisdicción
de la propia Real Audiencia.
Mientras esto
sucedía, Valdivia se dirige a la refundada ciudad de Antioquia y la traslada a
un sitio más cercano a la Villa de Santafé desde donde organiza una expedición
de 70 hombres al mando de Juanes de Zabala
para conquistar el Chocó, pero simultáneamente en San Juan de Ubeda el
Capitán Juan de Velasco, que había quedado al mando desde su fundación,
incursionaba en la provincia de Peque para castigar a sus indios y explorar las
recién descubiertas tierras del Zenú, con tan mala suerte que en los varios
encuentros los indios le mataron 32 soldados y más de 80 indios e indias de
servicio, además atacaron envalentonados por sus triunfos a San Juan de Ubeda
con una fuerza superior de 1500 indios matando gran cantidad de vecinos y a su
comandante Juan de Velasco, el que hubo de ser reemplazado por elección,
escogiéndose al Capitán Leonel de Ovalle, quien de inmediato ordenó trasladar
la ciudad al Valle de Norisco, traslado que se hizo bajo constantes ataques.
Al conocer
Valdivia en la Villa de Santafé de Antioquia los difíciles momentos por los que
pasaban los vecinos de San Juan sale con 50 hombres en su auxilio y encuentra
que ya estos se encontraban en el Valle de Norisco, sitio que ni a él ni a los
soldados de Ovalle les pareció seguro, por lo que deciden devolver el pueblo al
sitio en que anteriormente se encontraba en el Paramillo, donde deja por
Teniente y Justicia Mayor a Don Antonio Osorio de Paz y se devuelve a Santafé
de Antioquia, partida que aprovecha Don Antonio para salir a castigar a sangre
y fuego a los naturales de la región, dizque buscando de estos el obedecimiento
total, lo que aumentó la furia de los ataques y el establecimiento por parte de
estos de un cerco de mas de cuatro días a la población donde se destruyeron
todos los sembrados de los alrededores, salvándolos providencialmente del
hambre y la destrucción la llegada de 10 soldados españoles y una partida de
ganado que había enviado el Gobernador Valdivia sin saber de los
acontecimientos de guerra y el cerco que los naturales hacían a San Juan de
Ubeda.
Durante estos
agitados y peligrosos días llega a Santafé de Antioquia, desde la lejanísima
España, la decisión del Consejo de Indias en la que se recalca que la
Gobernación de Entre los Dos Ríos y Antioquia y su Gobernador Valdivia no
tienen jurisdicción sobre San Juan de Rodas y reafirma que esta población
pertenece a la Gobernación de Popayán, lo que provoca una muy astuta y rápida
incursión de Valdivia y alguna gente hacia San Juan de Rodas antes de que allí
se supiese la noticia, llegando a esta población en Diciembre de 1573 con
socorros y abastecimientos, lo que provocó inmensa alegría en sus moradores y
positivas reacciones ante su propuesta de un nuevo traslado de la población a
la otra orilla del río Cauca, antes de que los indios atacasen con mayores
fuerzas que reunían, aduciendo el Gobernador que allí había mejores tierras y
abundancia de pesca, a lo que se opuso únicamente uno de los Alcaldes llamado
Alfonso Díaz
En Enero de 1574
llegan a orillas del Río Cauca y
fabrican un mal puente con rejos y bejucos el que les da paso a la orilla
occidental el 2 de Febrero, donde Valdivia les informa que el antiguo asiento
de la población pertenecía a la Gobernación de Popayán y que su Gobernación comprendía las tierras
entre el Cauca y el Magdalena, donde se encontraban ahora y que allí pensaba
restablecer el poblado, dando libertad al que quisiera irse, lo cual hizo el
Capitán Antonio Machado, quien se devolvió para Santafé de Antioquia,
continuando la marcha Valdivia con 46 españoles, 20 negros y 200 indios de
servicio, llegando al Valle de Guarcama o de San Andrés el 9 de Febrero donde
inmediatamente se procedió a refundar nuevamente la población, lo que provocó
nuevos y feroces ataques de los indios matando varios soldados, por lo que
Valdivia se ve precisado a enviar dos soldados en busca de ayuda a la Villa de
Santafé de Antioquia donde se encontraba Pedro Pinto Vellorino encargado de
allegar hombres y provisiones para las
futuras conquistas del Gobernador.
Vellorino parte
en ayuda de su jefe con 36 soldados y algunas reses, cerdos y caballos llegando
en poco tiempo a la ciudad, allí a mediados de Junio reunidos en Consejo
deciden abandonar el sitio e irse a fundar una nueva ciudad en un punto que les
ofreciera mejores condiciones de defensa, es por ello que el 24 de Junio de
1574, día de San Juan, fundan en la Loma
de Noava, donde termina el valle, a la nueva San Juan de Ubeda, nacida en medio
de los combates y fuertes ataques de los indios en una feroz guerra que asoló a
las dos partes durante cinco o seis meses, o sea hasta finales de 1574, cuando
se logra concertar la paz, pese a los desafueros y desatinos cometidos por el
Gobernador Valdivia quien había enloquecido a causa de las noticias que le
llegaban de Victoria y Remedios donde se le informaba de la infidelidad de su
esposa, que había quedado allí mientras se afianzaba la Gobernación de su
esposo, los desatinos y locuras de Valdivia provocaron la deserción de muchos
de sus seguidores quienes huyeron hacia Santafé de Antioquia dando pie a que el
Gobernador despoblase la recién fundada ciudad, internándose con sus habitantes
y algunos compañeros que le quedaban, por entre los montes hasta llegar al
sitio de las Pesquerías donde la refundó.
En este sitió
continuaron las locuras de Valdivia hasta desesperar en grado extremo a sus
seguidores, haciendo que tres de los pocos soldados que ya le quedaban huyesen
hacia Santafé de Bogotá con el ánimo de acusarlo ante la Real Audiencia, donde
llegan después de increíbles peripecias y aventuras. La Real Audiencia nombra
entonces al noble portugués, Capitán Antonio Gómez de Acosta como Juez y para
que reemplazara en la Gobernación a Valdivia, ordenándole a este que se
presentara en Bogotá a responder por los varios y graves cargos de que se le
acusaba.
Valdivia avisado
a tiempo de la inminente llegada del Juez y Capitán Gómez de Acosta sale a
esperarlo al Valle de San Andrés con gran boato, ceremonia y finas atenciones,
logrando que le nombre a él como su Teniente General para la Gobernación y lo
envíe con amplios y plenos poderes acompañado de soldados y pertrechos a la nueva ciudad de Ubeda en las Pesquerías,
medida imprudente que causará la ruina y destrucción de todos, pues se
disminuía la cantidad y capacidad guerrera de las tropas, agravada aún más al
dividir nuevamente la tropa al mandar a Francisco Maldonado con 36 hombres al
otro lado del Río Cauca, quedándose Valdivia con sus dos cuñados, 13 soldados y
15 negros esclavos en un pequeño fuerte de madera, poco tiempo después le
abandonaron seis soldados que huyeron hacia la ciudad de Antioquia dejándolo
solo con siete soldados.
En Abril de 1575,
viendo los indios la división y debilidad de las fuerzas españolas deciden
atacar al mismo tiempo a todas las huestes españolas que se encontraban en el
territorio, a las del Capitán Francisco de Maldonado, matando a Maldonado y a
ocho de sus soldados, huyendo los demás a la Villa de Santafé de Antioquia, en
cuanto a Valdivia y su fuerza, fueron diezmados en su totalidad, cortándoles
las cabezas y empalándolas a la entrada de donde estuvo ubicada la ciudad de
Ubeda, atacaron también los indios a la recién fundada población de Ubeda, en
las Pesquerías, matando al Capitán Gómez de Acosta, huyendo el resto de la
gente a la Villa de Santafé de Antioquia.
Es muy importante
para la historia y la etnografía del pueblo antioqueño hacer ver que entre
mediados de 1575 y Julio de 1576, no quedaron españoles sino en Santafé de
Antioquia, desde donde se vuelve a repoblar todo el extenso territorio que hoy
ocupa ese Departamento, sin olvidar lo que también hoy es Caldas. De los
primeros pobladores de la ciudad de Antioquia no quedaron más de tres o cuatro,
por lo que ninguna influencia genética ni cultural tuvieron los otros 80 que
llegaron con el Capitán Jorge Robledo a su fundación 34 años antes.
Algo más de cinco
años duró la Gobernación alcanzada por Don Andrés de Valdivia, fueron cinco
años de incesantes luchas contra los combativos e indómitos indios, contra los
intrigantes y malquerientes conque contó entre los españoles, contra los
continuos desatinos que el antiguo escribano hacía, desconocedor del arte de la
guerra y desacostumbrado del más difícil arte de liderar gentes de armas, cinco
años en los que se evidenciaron las grandes penurias por las que debieron pasar
los primeros pobladores blancos en Antioquia, pero también son cinco años donde
se evidencian la combatividad y ferocidad conque los indios defendieron su
tierras en contra de la invasión blanca, donde se desmitifica la supuesta
superioridad combativa del invasor y donde queda claro que las miserias, celos
y mezquindades de la vida diaria jugaron primordial papel en el inicio de la
convulsionada continuidad histórica de nuestro país, historia que se escribió y
aún se sigue escribiendo con sangre.
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